POR EL TOPO
Se entiende que exista una disputa por los grandes intereses que significa manejar la Cooperativa La Cruz Azul… y para eso hay una autoridad legal que decidirá el caso del director general Guillermo Álvarez Cuevas… y también para eso hay socios y trabajadores que definirán el rumbo de la empresa cementera.
Los medios de comunicación somos ajenos a la disputa interna por el mando de la cooperativa, nuestra labor es sólo informar y que la ciudadanía se forme su propia opinión.
Esto viene a colación porque nuestro compañero Martín Omar Aguilar, reportero de El Poder de la Palabra y colaborador de diversos medios, sufrió un viernes negro en las instalaciones de la propia cooperativa.
VIERNES NEGRO Y VIOLENTO
Resulta que este viernes Aguilar tenía como orden estar al pendiente de lo que pasara en Gran Sur y tomar fotos como constancia de que trabajó en el lugar de los hechos… pero resulta que los grupos de choque, que merodean en los alrededores de las instalaciones, lo vieron, pensaron que era del grupo de Billy Álvarez y lo cuestionaron sobre su presencia en el lugar, además de decirle que se retirara.
Les dijo que era reportero, que hacía su orden de trabajo, que estaba en la vía pública, pero a los barbajanes les valió un comino y entre tres sujetos lo detuvieron y se lo llevaron a la entrada del estacionamiento.
Pasando la barricada que ellos improvisaron, lo metieron a la caseta de vigilancia y lo empezaron a golpear… ¡son unos ‘salvajes’!
Le quitaron sus pertenencias como cartera, celular, tarjetas y credenciales, entre ellas la de prensa.
“A LA OTRA VEZ QUE TE VEAMOS AQUÍ TE MATAMOS”
Un señor de avanzada edad, de gorra blanca, de nombre Jesús Montoya Barbosa, le dijo que se callara, que se olvidara de lo que le habían quitado y a sus compinches les ordenó “¡cálmense, tranquilos!”.
Tras la ‘madrina”, le dijeron “ya vete”, no sin antes lanzar las siguientes amenazas: “Ya sabemos dónde vives, no te queremos ver aquí, dile a tu jefe que ya no venga acá, porque nos los vamos a chingar, y no nos importa de quién se trate; a la otra vez que te veamos aquí te matamos”.
NO ES LA PRIMERA VEZ QUE AGREDEN A MEDIOS
Es lamentable que los disidentes, que pregonan ser democráticos, contraten grupos de choque para intimidar a los reporteros, pero lo que es imperdonable es que hagan uso de los golpes para entorpecer y bloquear la labor de los medios de comunicación… y cabe señalar que no es la primera vez que agreden a reporteros, es un mensaje claro de intimidación y que no se tientan el corazón para golpear a quien sea… y más cuando está en juego el interés de destronar a Billy Álvarez.
Los ‘barbajanes salvajes’ están vestidos de azul, pantalón y playera, y con gorra azul (no con el logo de Cruz Azul), merodean en los alrededores, sobre todo en la glorieta que está enfrente del estacionamiento, y no permiten que nadie se acerque a las instalaciones… y un claro ejemplo son las barricadas improvisadas… ¿Por qué? ¿Miedo a qué?
Dice un refrán que “el que nada debe, nada teme”, pero es bien claro que los disidentes tienen temor de que les hagan lo que ellos hicieron en la toma ilegal de las instalaciones… como dice un refrán “el miedo no anda en burro”.
Ahora entendemos por qué ningún socio puede entrar por derecho a sus instalaciones… por la sencilla razón de que están secuestradas por el grupo vandálico de socios suspendidos… Así de concreto… y la verdad, La Cruz Azul no se merece esto.
¿QUÉ PASARÁ EL 26 DE AGOSTO?
Está clarísimo que los disidentes están enfermos de poder y harán hasta lo imposible por permanecer en sus cargos… ya anticipo que el 26 de agosto recurrirán a todo para impedir la realización de la Asamblea General de la Cooperativa… y no les extrañe que utilicen la violencia y sus grupos de choque. Al tiempo.