POR ROBERTO DOMÍNGUEZ CORTÉS
El pasado 13 de abril, por segunda ocasión, el Instituto Nacional Electoral (INE) retiró las candidaturas de Félix Salgado Macedonio en Guerrero y de Raúl Morón en Coahuila.
Cumplía así el Instituto una instrucción del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Lo grave fue que entre la instrucción del TEPJF y la nueva sentencia del INE fue que Mario Delgado, el espurio dirigente de Morena, y Félix Salgado Macedonio se dedicaron a agredir a los consejeros electorales y a tergiversar el sentido del mandato del Tribunal Electoral.
Sin el mínimo de ética política y de respeto a la ciudadanía y al electorado, Mario Delgado y su secuaz Salgado Macedonio se dedicaron a propalar la mentira de que el Tribunal Federal Electoral había ordenado al INE restituir las candidaturas de Salgado y Morón.
La falacia como primera medida de presión y de intimidación. Las mentiras de los morenistas en toda su expresión como tributo merecido a su Presidente. Por el contrario, el Tribunal Electoral encontró y validó que los argumentos del INE para cancelar las candidaturas eran ciertos y probados.
SALGADO MACEDONIO SUELTA AL ‘TIGRE’
Se demostró que Salgado Macedonio había hecho proselitismo, hizo actos de precampaña, instaló publicidad y no reportó gastos en los tiempos y bajo los lineamientos de las leyes electorales bajo el argumento de que nunca fue precandidato.
A la patanería mediática de dos patanes consumados, Félix Salgado llegó al extremo de azuzar a sus huestes con la amenaza de presentarse en la casa de los consejeros para presionarlos a regresar la candidatura al rufián de Guerrero. En su histriónica comedia y sus provocaciones intimidatorias, en el tono de bufón que lo caracteriza, sentenció: “¿Quieren saber dónde vive Lorenzo Córdova? ¿En su casita donde la lámina deja pasar el agua?”.
Fue el antecedente y la preparación anticipada para llegar a amenazas más directas con la consigna y los gritos de algarabía de la gentuza que sin saber nada lo vitoreaban.
Ya encarrerado Salgado Macedonio se atrevió a fanfarronear: “Vamos a desaparecer al INE”, “Vamos” sólo es entendible a partir del abierto apoyo presidencial.
Y en el exceso se atrevió a decir: “Si no soy candidato, no habrán elecciones en Guerrero”.
Muy peligroso el pronunciamiento cuando las elecciones las suspende el árbitro electoral por cuestiones de desastres naturales o emergencia de alguna otra índole, pero no por la voluntad y el arbitrio de un individuo que ni siquiera está legitimado para participar como candidato.
VAMOS A EXTERMINAR AL INE: MARIO DELGADO
Mario Delgado, con el lenguaje propio de un carretonero, fue a una amenaza más extrema y virulenta cuando sin algún recato ni respeto por las instituciones sentenció: “Vamos a exterminar al INE”, y muy al estilo del lopezobradorismo calificó a la institución como un PRIAN y bola de corruptos sin alguna prueba de por medio.
Preocupante el vocablo y el tono de su premonición.
Exterminar tiene connotaciones muy severas como aniquilar, destruir, desaparecer. Es un lenguaje propio de las dictaduras latinoamericanas, muy al estilo de Nicolás Maduro que vive con la amenaza de destruir toda disidencia y encarcelar a los opositores como lo ha hecho.
DELGADO Y SALGADO, SUJETOS A PROCESO POR INCITAR A LA VIOLENCIA
En cualquier país democrático y de respeto a las instituciones, Mario Delgado y Félix Salgado ya estarían separados de la política y sujetos a proceso penal por incurrir en diversos delitos con su incitación permanente a la violencia.
Así tipifica el Código Penal Federal la conducta de estos dos sátrapas de la política, arropados con el cuento de la izquierda y la Cuarta Transformación:
1.- AMENAZAS. Previstas en el artículo 282: “Al que de cualquier modo amenace a otro con causarle un mal a su persona, en sus bienes, en su honor o en sus derechos, y al que por medio de amenazas de cualquier género trate de impedir que otro ejecute lo que tiene derecho a hacer.”
Los demás delitos cometidos por Mario Delgado y Félix Salgado los cataloga el Código Penal Federal como Delitos contra la Seguridad de la Nación:
2.- SEDICIÓN. Prevista en el artículo 130 castiga con una pena de seis meses a ocho años de prisión “a los que en forma tumultuaria, sin uso de armas resistan o ataquen a la autoridad para impedir el libre ejercicio de sus funciones…”
3.- MOTÍN. Contenido en el artículo 131, sanciona con una pena de seis meses a siete años de prisión “a quienes para hacer uso de un derecho, o pretextando su ejercicio, o para evitar el cumplimiento de una ley, se reúnan tumultuariamente y perturben el orden público o amenacen a la autoridad para intimidarla u obligarla a tomar alguna determinación.”
Se observa entonces que los tres artículos del Código Penal Federal se adecuan exactamente a la conducta de Mario Delgado y Félix Salgado, y por tanto deberían de recibir la sanción prevista en el Código Penal Federal.
Contrario a la aplicación puntual de la ley, gozan de la protección y el impulso presidencial para que continúen con la violencia física y verbal en contra de los consejeros del INE. Y en un acto de atentado a las instituciones electorales, ha dicho López Obrador que el Tribunal Electoral debería hacer una encuesta telefónica para saber qué opina el pueblo de Guerrero.
Muy lamentable que sea el propio Presidente el que incite al quebrantamiento de la ley, cuando él mismo juró respetar la Constitución Política.
Había que recordarle al Ejecutivo federal que las encuestas son para conocer tendencias y prevenir resultados, pero no que el pueblo decida quién es candidato o no.
El Tribunal está para aplicar y hacer cumplir la ley, y no para obedecer encuestas.
Sólo que al Presidente se le revirtió su propuesta con la pretensión de defender a Salgado Macedonio. En la encuesta que realizó la empresa Massive Caller, de Carlos Campos, el 58.6 por ciento de los guerrerenses manifestó su oposición a la candidatura de Félix Salgado, en tanto que el 41.4 por ciento se pronunció por permitirle participar.
De los encuestados a nivel nacional el resultado fue más trágico. El 71.7 por ciento se pronunció por negarle la candidatura, mientras apenas el 28.3 por ciento manifestó su conformidad en favor de Salgado Macedonio.
Ya veremos en la Mañanera al Presidente descalificar los resultados como encuestas amañadas en favor de las mafias del poder y de los conservadores y neoliberales.
Pero más allá de las encuestas, el pueblo elige o destituye a los candidatos a través del INE. Los consejeros electorales son elegidos por dos tercios de la Cámara de Diputados, en tanto que éstos son electos por el pueblo a través de las urnas. Ello significa que el nombramiento de consejeros es un cargo de elección popular indirecta, con lo cual se les transfiere el poder que el pueblo otorga para que en ejercicio de su autonomía revisen que los candidatos cumplan con todos los requisitos exigidos por las leyes electorales.
Esta prevención la contiene el artículo 35 de la Constitución, de poder ser votado, pero teniendo las calidades que establezca la ley.
De nuevo la determinación del INE será impugnada ante el Tribunal Electoral. Es previsible una operación desde el poder para regresarle la candidatura a Félix Salgado, sobre todo porque ahí opera José Luis Vargas Valdez, conocido como Lord Billetes e investigado por la Unidad de Inteligencia Financiera. Ampliaremos…
