POR GAEL BUENDÍA
El Poeta del Periodismo
Con todo dolor para todas aquellas personas que pierden la vida a manos del crimen organizado
Desde algún lugar del mundo a 18 de abril de 2021.
“¡Ay, Dios de mi vida, no sé por qué me dio un hijo borracho”.
“¡Ay, ama… es cierto, mi novio toma mucho, pero espero que cuando me arrejunte con él se le quite”.
Expresiones como estas las he oído infinidad de veces, incluso esta última que es la más usual… “Lo siento mi hijita, es tu cruz y ahora te aguantas… se te advirtió… No te cases… qué vida te espera a lado de un alcohólico… ¿o no?”.
Mi comentario viene al caso al enterarme que “El Primo Leo” pasó a mejor vida la mañana de este sábado 17 de abril víctima del alcohol. Y mi expresión es para que futuras generaciones tomen conciencia de la gravedad que es caer en las garras del alcohol.
Al primo Leo lo conocí cuando tenía escasos dos años y desde entonces ya era un consumado bebedor de cerveza.
A su padre le causaba e incluso se sentía orgulloso que su pequeño siguiera sus pasos… al punto que le festejaba cuando el chamaco le arrebataba la botella para empinársela,
“¡Ese es mi’jo, órale, chínguese una!”, solía decir el jefe de familia al tiempo que le destapaba una cerveza a su pequeño vástago, quien ya para entonces su organismo estaba tan bien acostumbrado que ni gestos le hacía.
“Compa, no le des de tomar, está muy chiquillo” solía ser el comentario de un metiche y, como siempre, salía “zurrado”. Varias personas fueron testigos de cómo el susodicho a su corta edad se empinaba en ayunas las sobras de la noche anterior. Claro, la sed de la cruda lo agobiaba y si para mitigarla había una cerveza a su alcance, pues ¡qué mejor!
“¿POR QUÉ DIOS ME DIO UN HIJO BORRACHO?”
La vida transcurrió en aquel chiquillo que pronto se hizo hombre y por ende consiguió mujer. Y contra todo pronóstico, en el sentido que el amor de esa dama lo haría apartarse del vicio, no fue así. En un principio las borracheras de “El Primo Leo” eran cada fin de semana, muy pronto se volvieron a diario, al punto que se le olvidó que tenía familia que mantener y se le veía día tras día con otros seres víctimas del alcoholismo.
https://www.youtube.com/watch?v=Ps9G2KibGxM
Como suele suceder en estos casos, entre todos juntaban coperacha para un refresco y una ración del 96%. ¿Y…? Ya en ese punto no hay camino de retorno. Tu organismo ya no te pide sino te exige le proporciones el mortal líquido… el alcohol… convirtiéndote en un teporocho.
Y surge la pregunta de sus seres queridos, o en este caso de la autora de sus días, quien finalmente es la que no lo abandona… “¿Por qué Dios me dio un hijo borracho?”.
Ahora bien, si se trata de buscar culpables, no hay que ir muy lejos y no se trata de cargarle la culpa a las compañías cerveceras o fábricas vinícolas… ¡ellos qué? Ellos, su negocio es vender y les vale… La culpa es del gobierno por no implementar o hacer que se acate la ley para todo aquel que la viole.
Primero, no se le debe vender ninguna clase de licor a un menor de edad. Y sobre todo que se castigue a todo aquel individuo que le dé a tomar a un menor de edad… y si es un niño, sanción máxima, que se le aplique la pena capital.
Da tristeza y rabia a la vez cuando padres irresponsables o ignorantes suben videos de sus hijos dándoles de tomar cerveza. Eso se llama violencia al menor -aquí y en China- que se debe castigar con todo el peso de la ley. Que Dios acoja en su Santo Seno a “El Primo Leo” y que le dé el eterno descanso.
EN CUITZEO, LOS CRÍMENES A LA ORDEN DEL DÍA
La misma plegaria es para el buen Toño quien era un residente del pueblo de Cuitzeo, que dicho sea de paso dicha población está en el ojo del huracán, ya que los crímenes están a la orden del día.
Antonio Chacón Ferreira, un conocido comerciante, fue brutalmente acribillado el pasado 3 de abril en la población de San Agustin del Pulque… y como siempre, el asesinato pasará a ser una cifra más. Las autoridades olvidan que no son números, son vidas humanas.
Quienes conocieron en vida al ahora finado lamentan que sus días hayan terminado en manos de unos desadaptados sociales, pero sobre todos unos hijos de…s…obedientes, ya que no atendieron la recomendación del señor Presidente AMLO, la cual le consta al pueblo de México la advertencia que hizo al principio de su mandato.
Palabras más, palabras menos, esta fue… “A todo aquel que delinque, los acusaré con sus madres y abuelitas”… “No más violencia, ¡fuchi, caca!”.
¡Ah!… y también otra rayita más al gober Silvano Aureoles Cornejo, quien pudo darle paz al pueblo michoacano y le faltó… ¿yemas? ¿Valor? ¿O ayuda del gobierno federal?.. pero eso sí, muy bueno para agredir a un ciudadano.
Descanse en paz, Antonio Chacón Ferreira.
