POR GAEL BUENDÍA
El Poeta del Periodismo
Desde algún rincón de Palacio Real, a 7 de diciembre de 2021. A medida que pasaba el tiempo en la sala de juntas de Palacio, los ánimos de los ahí presentes se iban caldeando. Y es que, como era costumbre del anfitrión, tenía más de una hora de retraso a la reunión que había convocado con el fin de evaluar los tres años de su gobierno.
“Buenas noches, miembros de mi gabinete”, dijo el inquilino de Palacio en su entrada al salón de juntas
“¡Buenas noches, Majestad!”, respondieron al unísono los susodichos que en una forma servil, más que de respeto a la investidura, se levantaron de sus respectivos asientos haciendo una reverencia.
El que más exageró con la reverencia y su tono de voz fue el carnal Marchelo, quien ya siente que él será quien reciba el dedazo.
El monarca barrió con su mirada a los ahí presentes y no pudo disimular una mueca grotesca al ver la actitud de su canciller y aclarándose la garganta dijo:
“A ver, procedamos a evaluar los logros de mi gobierno, pero sobre todo denme razón de mis acarrea… digo, de mis adeptos que se hicieron presentes. Supongo que personal de tu entera confianza se infiltraron para ver y escuchar, ‘verdá’ Chimbomba”…
“Así es, majestad”, dijo con voz nerviosa la gobernadora de la capital, que procedió a mostrar al monarca las fotos previamente seleccionadas de los asistentes en la explanada del Zócalo, la mayoría de la tercera edad.
“Qué bien, qué bien Chimbomba, te felicito y, por lo que se ve, mis simpatizantes le entraron requetebién a sus tortas, por cierto ¿las hicieron de jamón?”.
“Ejem, ejem -carraspeó la gobernadora-, Majestad, con el debido respeto, le recuerdo que su gobierno está en Austeridad y por tal motivo las rellenamos de frijolitos”.
“¡Cómo así! -exclamó el anfitrión-, ¿y no me digas que utilizaron los frijoles que estaban destinados a los emigrantes centroamericanos?”.
Con una inclinación de cabeza asintió la Chimbomba. “Si serás, si serás, tengo conocimiento que esos frijoles estaban llenos de gorgojos”.
“Sí, Majestad, pero tuvimos cuidado que los cocineros los sazonaran con harta manteca y los rociaron con chorizo de Toluka que bien nos hizo llegar el gober de ese condado.
NUEVA PANDEMIA, COMO SIEMPRE, EN FIN DE AÑO
“Bueno, a ver si no se nos enferma nuestros acarrea… digo adeptos… aunque viéndolo bien…. ¡Eureka! Gatorrel, cuéntame cómo está eso de la nueva pandemia que según ya tenemos un infectado”.
“Pues verá Majestad, aquí entre nos hay probabilidades de que se nos venga un nuevo brote y a decir verdad hay un nuevo caso del nuevo virus llamado ‘Perdigon’, sin embargo, como usted ordenó, hemos dado instrucciones que los sanatorios no den cuenta de los contagios”.
“Muy bien, muy bien Gatorrel…. así que… como bien dije, al principio del Covid-19, dicha pandemia nos vino como anillo al dedo…. Juar, juar, juar, y ahora con el ‘Perdigon’, ¿alguien sabe el número de asistentes?”.
“Alrededor de 250 mil almas”, respondió el Carnal Marchelo.
“Y la mayoría fueron mis viejitos, verdá”, contestó el Inquilino de Palacio.
“¡Así es, Majestad!, y muy participativos, se les veía contentos”…
“Majestad, no cree que fue una irresponsabilidad haberlos acarreados, ya que son muy vulnerables”.
“¿Tú qué crees, Gatorrel”…
“¡Ah, pillín!, digo Majestad, ahora entiendo su expresión de ¡Eureka!… y su frase célebre ‘la pandemia nos vino como anillo al dedo’, es decir, si los vetarritos contraen la pandemia, lo más seguro es que… no sobrevivan y así la 4T se ahorrará la ayuda que se les está otorgando”.
“Ya vas aprendiendo, Gatorrel”, dijo el Monarca al tiempo que ordenó a su secretario de finanzas: “Destinará dicho ahorro a la partida secreta, pues hay que asegurar el futuro de mis bodoquitos”, dijo entre dientes al tiempo que se levantó de su asiento y esta vez no se fue al cuarto de la derecha sino a sus aposentos.
