POR FRAY LALITO
Los postulados del Presidente Andrés Manuel López Obrador, “no mentir, no robar y no traicionar”, ya se han puesto en práctica, pero, como dirían los abogados, “A contrario-sensu”. Esto es, sí mentir, sí robar y sí traicionar, por las falsedades y “otros datos” que día tras día sale a decir nada menos que el Presidente de la República.
Sí mentir, porque sigue diciendo que los precios no han subido y que el país no ha crecido su deuda, sólo por citar dos aspectos fundamentales de la economía nacional.
Sí mentir, porque se había ofrecido crear empleos y otorgar recursos para las Mipymes y no se dieron apoyos para evitar que se perdieran millones de empleos y se cerraran miles de negocios en todo el país.
Sí robar, porque los casos de corrupción de personajes de la Cuarta Transformación cada día son más, se han hecho públicos y no se atienden ni se combaten.
Sí traicionar, porque seguir ofreciendo al pueblo una “transformación“ cuando cada día todos los indicadores económicos van de mal en peor y los resultados van a afectar directamente a la mayoría de los millones de mexicanos que todavía esperan alguna mejoría del país.
Sí traicionar, porque traicionar al pueblo es haber jurado respetar la Constitución… y esto supone no atacar los principios e instituciones que establece, como la división de Poderes, el federalismo y los organismos autónomos.
‘OTROS DATOS’, SU ARMA CUANDO CIFRAS OFICIALES NO LE FAVORECEN
El Presidente López Obrador siempre tiene “otros datos” cuando las cifras oficiales dicen lo contrario.
“Sí mentir” al afirmar que los precios no han subido. De acuerdo con información, de marzo de 2021, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), los productos y servicios que presentaron alzas en sus precios, y tuvieron mayor incidencia en la inflación quincenal, fueron: gas doméstico LP; gasolinas de alto y bajo octanaje; tortilla de maíz; huevo; transporte aéreo; tomate verde; servicios en loncherías, fondas, torterías y taquerías; limón; y la electricidad.
En la primera quincena de marzo, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) presentó una inflación de 0.53 por ciento respecto a la quincena inmediata anterior; con esto, la inflación anual fue de 4.12 por ciento, la cifra más alta desde la segunda quincena de mayo de 2019 y fuera del rango objetivo del Banco de México, que es de 3 por ciento, +/- 1 por ciento.
EN MENOS DE TRES AÑOS, AMLO SE HA ENDEUDADO MÁS QUE PEÑA
Sí mentir, al afirmar que no se ha endeudado más a México y que en este gobierno no crecería la deuda. Los datos públicos y oficiales desmienten el discurso presidencial.
De acuerdo con cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), en 2018, cuando concluyó el gobierno de Enrique Peña Nieto, el saldo de la deuda era de 10.83 billones de pesos. Al 31 de diciembre de 2020 el saldo de la deuda neta del sector público fue de 12.13 billones de pesos. Tan sólo respecto al cierre de 2019 -saldo de 11.03 bdp- implica un aumento nominal de la deuda de 1.10 billones de pesos respecto al año anterior. Esta es la cifra nominal de endeudamiento más elevada para un solo año desde 2016 e implica que el año que acaba de concluir la deuda pública consolidada del sector público federal creció en 10 por ciento.
Al relacionar el saldo de la deuda del sector público al cierre de cada año con el monto del PIB nominal del cuarto trimestre de cada año, vemos que en 2018 llegó hasta el 44.4% del PIB. En 2020 el saldo de la deuda del sector público alcanzo al tercer trimestre el 49.65% del PIB. En 2021 ya se prevé sea de al menos 54% del PIB.
Lo que hemos visto es que a pesar de que no hubo apoyos relevantes para la reactivación económica, nuestro país incurrió en un fuerte nivel de endeudamiento del sector público federal. Este año la deuda del sector público crecerá en al menos 724 mmdp, que es el costo financiero presupuestado para este año.
Definitivamente, de forma categórica, se puede afirmar que la promesa de no endeudar más a México se ha incumplido.
¿No hay quién le explique al Presidente que adquirir deuda para “renta electoral” es riesgoso para la economía del país? Antes se pedían créditos para incentivar el crecimiento económico, para grandes proyectos de infraestructura, energía, agua, sanidad agrícola-animal, bienes y maquinaria de capital.
En cambio este gobierno pide créditos para “programas sociales”, que finalmente no son rentables en el largo plazo, ya que no aportan al crecimiento económico. Por ejemplo, en 2020 se presumió un crédito del Banco Mundial por mil mdd para el programa Jóvenes Construyendo el Futuro. En la medida en que se retrase la recuperación de la economía, en la misma medida tardará en disminuir el tamaño de la deuda.
¿HABRÁ ALGUIEN QUE ASESORE A AMLO?
La situación de la calificación de la deuda soberana de México es un tema por demás relevante, la perspectiva de las calificadoras internacionales es negativa.
¿No hay quién asesore a AMLO y le haga ver que si la deuda del sector público mexicano deja de tener una calificación de grado de inversión, entonces irremediablemente habría una importante fuga de divisas del país, lo que provocaría una importante alza en el tipo de cambio y una espiral inflacionaria en el país? El perder nuestro grado de inversión echaría a la basura años de trabajo para contar con la confianza de inversionistas y fondos de capital internacionales.
A las calificadoras de riesgo no hay que descalificarlas, pues ellas tienen como principal encomienda el valorar la capacidad de repago de la deuda de un país, y en ese sentido la calificadora Moody’s ha dicho que México podría elevar su nivel de deuda sin comprometer su grado de inversión si dicho endeudamiento va dirigido a la reactivación económica.
“Sí mentir”, cuando el Ejecutivo federal afirma que vamos “requetebien” en materia económica, cuando por segundo año consecutivo México quedó fuera del ranking de los 25 principales países que son atractivos para la Inversión Extranjera Directa (IED) en 2021… y esto sí es un dato duro.
De acuerdo con la consultora y especialista internacional Kearney “…los inversionistas consideran que México es menos atractivo para la inversión directa que otros países”.
ESPANTADOS LOS INVERSIONISTAS
La reconocida Consultora Internacional (de Inversionistas) detalló algunos aspectos que quitaron el atractivo a México para invertir: el bajo crecimiento de la actividad económica; cambios en reglas como la Ley Eléctrica, rondas de exploración y producción; proyectos de generación de energía eléctrica limpia; la reforma sobre subcontratación y la extinción de fideicomisos públicos.
“Decisiones de inversiones en infraestructura del gobierno federal de alto costo y bajo impacto; cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México; y la priorización de inversiones de bajo impacto económico y social en el entorno actual como la Refinería de Dos Bocas, Aeropuerto de Santa Lucía y el Tren Maya”, comentó.
Al inicio de abril habrá que agregar La Ley de Hidrocarburos, en análisis legislativo, como otro aspecto que se sumará a la desconfianza para invertir en México. Desde el lanzamiento del Índice de Confianza de Inversión Extranjera Directa en 1998, México sólo se ha encontrado fuera del las primeras 25 posiciones en tres ocasiones: 2011, 2020 y 2021.
“Sí mentir”, cuando un día sí y otro también, el Presidente de la República insiste que ya se acabó la corrupción y que las escaleras de la corrupción “se barren de arriba para abajo”.
En los hechos, colaboradores y “cercanos” a AMLO han actuado en sentido contrario. Sólo basta revisar algunos escándalos y casos que se han hecho públicos en el gobierno de la Cuarta Transformación.
El descarado incumplimiento de los procedimientos que ordena la Constitución en su artículo 134 y la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público, ya que este gobierno ha realizado más del 76% de sus adquisiciones por medio de adjudicaciones directas, esto sin contar la emergencia de salud.
Las acusaciones de corrupción en Sener, Pemex, IMSS, CNDH, Conagua, INDEP, Conade y Segalmex. La renuncia del ex director del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, Jaime Cárdenas, quien denunció ante la FGR la corrupción de los actuales cuadros del Instituto, en las subastas y robo de artículos y joyas.
Los videoescándalos del hermano incómodo, Pío López Obrador… Los contratos de la prima del Presidente en Pemex e IMSS. No sólo no se ha actuado contra los peces gordos del sexenio pasado, sino que los escándalos de los más cercanos colaboradores han rayado en el cinismo: Manuel Bartlett (casas y contratos hijo); Rocío Nahle (parientes); Octavio Romero (parientes); Irma Eréndira Sandoval y John Ackerman (casas); Yeicdkol Polenvsky (inmuebles fantasma).
“Sí traicionar” cuando dice que hemos iniciado alguna “transformación” o algo que se le parezca y no hay datos “duros” ni resultados que muestren algún cambio.
¿RESULTADOS CON INEXPERTOS?
Yo pregunto: Qué resultados se pueden esperar con colaboradores improvisados, sin capacidad, sin experiencia y sin perfil, pero eso sí, todos de “izquierda”.
Para muestra varios botones: Una periodista al frente de la Secretaría de Seguridad, para resolver el problema más grave, la inseguridad; una operadora electoral y recaudadora de fondos para campañas, al frente del proyecto más importante del país, la SEP; un agrónomo al frente de Pemex; una inepta “izquierdista” al frente de la Secretaría de Energía; un siniestro y nefasto ahora de “izquierda”, autor del fraude electoral más grande de la historia reciente (1988) al frente de la CFE; un neoliberal corrupto -se dijo públicamente por línea 12 de STC de la CDMX- ahora de “izquierda” al frente de la diplomacia mexicana; el nefasto López-Gatell con los peores resultados del mundo en el manejo del Covid.
Y ante lo expuesto surgen las interrogantes: ¿Cuál Transformación? ¿Cuáles resultados? ¿Qué régimen quieren cambiar y por cuál otro? Que digan qué clase de país quieren. Será tipo Noruega, Dinamarca o Chile, o será tipo Venezuela, Nicaragua, Cuba, Bolivia, o si bien nos va, Argentina.
¿Qué han resuelto en favor de los pobres, fuera de las dádivas en que han convertido los apoyos de programas sociales? ¿Hay alguna señal de cambio o transformación en los ámbitos económico, político o cultural del país? Estos aspectos en la Cuarta Transformación parecen, hasta el momento, más deteriorados que nunca.
AMLO JURÓ RESPETAR LA CONSTITUCIÓN
¿No habrá alguien que le recuerde al Presidente que juró respetar la Constitución y que no hacerlo significa traicionar su palabra y al pueblo que lo eligió? Esto ocurre cuando en Las Mañaneras se atacan los principios e instituciones que establece nuestra Carta Magna. Ocurre cuando la comunicación oficial está focalizada a difundir “otros datos” y hacer creer lo que no es.
Parece que se busca que millones de mexicanos tengan una “percepción” equivocada de la realidad del país. Nada se transforma ni se resuelve. Sólo únicamente “simular resultados”.
“Sí traicionar” al pueblo es manipular la “comunicación” para que tenga una falsa percepción del rumbo del país. Con ello, los mexicanos corren el riesgo de confundir al jefe de Estado, que sabe hacia dónde llevará a su país, con un populista-demagogo, que en su afán de conservar el poder es capaz de las peores mentiras y perversidades para dividir a su pueblo y, lo peor, sembrar la discordia.
MORENA ES LA ESPERANZA DE MÉXICO… ¿NUNCA SERÁ UNA REALIDAD?
No vaya a ser que nos quedemos con la ilusión de la “transformación” y, al final de este gobierno, el Presidente López Obrador tenga que ofrecer perdón a los pobres no sólo por “no haberlos sacado de su postración” sino por haberlos crecido en millones de nuevos pobres.
Los mexicanos, los que trabajamos día tras día, sean empresarios, obreros, doctores, burócratas, maestros, campesinos, etc, cada día que pasa vamos perdiendo la esperanza de que llegará una Cuarta Transformación que pueda hacer realidad el anhelo de ver un México con mejores niveles de vida en educación, en salud, en seguridad, sin corrupción e impunidad, con menos pobreza y más justicia legal y social, un país más próspero y lleno de oportunidades para nuestros hijos.
Yo quisiera creer en los “otros datos” del gobierno federal, tener sus ojos para apreciar el México que ellos ven, pero los números, que nunca mienten, me hacen ubicar la realidad.
El gobierno transparente y honesto que siempre pregonó Morena todo indica que quedará finalmente en esperanza y nunca será una realidad.
Para muchos, ver un México en el que el Presidente de la República, sus dirigentes y políticos no mientan, no roben y no traicionen, es ‘un sueño guajiro’… ¿o “a qué le tiras cuando sueñas mexicano”?
