POR JOSÉ VIEYRA
Todos los mexicanos hemos vivido en carne propia las complicaciones laborales y económicas que han surgido por la pandemia del coronavirus.
Una de las medidas necesarias fue el confinamiento para evitar en la medida de lo posible contagiar y ser contagiado, por lo que se aplicó el programa emergente Quédate en Casa, una decisión que no a todos gustó porque hay personas que viven al día.
Ante la emergencia sanitaria, el Presidente Andrés Manuel López Obrador y la mandataria capitalina Claudia Sheinbaum exhortaron a los empresarios respetar los derechos de los trabajadores, sobre todo respetar su salario y prestaciones.
Ahora resulta que el gobierno capitalino ya desoyó esa indicación y ante la nueva normalidad las autoridades del Metro, sin decir agua va, suspende el pago de prestaciones de las personas que todavía están en confinamiento, que son las personas vulnerables, que si todo marcha bien deberán regresar a sus actividades normales en octubre.
Es entendible la situación apremiante que agobia al país en lo económico, pero todos los mexicanos ante una emergencia como esta hizo hasta lo imposible por trabajar con sus debidas precauciones… y los trabajadores del Metro no fueron la excepción, son la parte vital del medio de transporte de mayor movilidad en la capital del país.
De por sí el Metro sufre penurias, más en la Línea 1, pero pese a todas las adversidades, los empleados del Metro cumplen con su responsabilidad para dar un buen servicio a la ciudadanía.
Eso es motivo de valorarse y de reconocerse… Es por todos bien sabido que en esta pandemia los ‘jefes’ ni siquiera se paraban en las oficinas, pero sí la ‘tropa’, los que siempre hacen la chamba estaban al pie del cañón, trabajando sin descanso porque el servicio del Metro no puede parar, la ciudadanía requiere su movilidad para transportar a millones de pasajeros.
Ojalá las autoridades del Metro, encabezadas por Florencia Serranía, valoren, reconozcan y escuchen las peticiones de los trabajadores del Metro por el bien y la seguridad de los capitalinos.
COMUNICADO ÍNTEGRO DEL SINDICATO NACIONAL DE LOS TRABAJADORES DEL SISTEMA DE TRANSPORTE COLECTIVO
A LAS COMPAÑERAS Y COMPAÑEROS TRABAJADORES DEL METRO:
Ante la emergencia sanitaria por los efectos del Covid-19 en nuestro país, los gobiernos federal y de las entidades federativas optaron por decretar el confinamiento de las personas en sus hogares como una de las medidas necesarias para frenar la escalada de contagios y fallecimientos derivados del agresivo coronavirus.
Obviamente, esta medida aplicó también para la clase trabajadora y las empresas productoras o prestadoras de bienes o servicios, conservándose en actividad sólo aquellas empresas necesarias para proporcionar los bienes o servicios necesarios para la subsistencia, ocasionándose la contracción inevitable de la economía.
Como consecuencia, los trabajadores hemos experimentado un grave deterioro en el poder adquisitivo de nuestros salarios y apelamos a los procesos de revisión salarial y prestaciones como la única opción para resolver nuestra situación económica, por lo que nuestro Sindicato instó a nuestra empresa a iniciar el proceso de revisión de nuestro Pliego Petitorio para el presente año, en la inteligencia de que no lo habíamos hecho en los meses iniciales de este año, en solidaridad con las acciones emprendidas desde nuestro centro de trabajo para contener la pandemia.
La empresa nos ha pedido unos días para presentar una contrapropuesta a nuestras peticiones, pero a los pocos días nos enteramos de la suspensión en el pago de una prestación prevista en el artículo 107 del Reglamento de Condiciones Generales de Trabajo, para quienes aún se encuentran confinados en sus hogares, en contravención a los decretos del gobierno federal y de la Ciudad de México que expresan que tales trabajadores no verían afectados sus salarios y prestaciones, por lo que manifestamos nuestra protesta y exigimos el pago inmediato de la citada prestación laboral.
Hemos exigido, asimismo, el pago de la prestación prevista en el artículo 110 del Reglamento de Condiciones Generales de Trabajo, el pago oportuno a los prestadores de servicios (Hospital Durango, laboratorios, farmacias, comedores, etc.), el pago del tiempo extraordinario ya devengado por nuestros compañeros, la contratación de personal en las plazas vacantes, la entrega de material y equipo para dar mantenimiento a instalaciones fijas y trenes… y también reclamamos por la falta de equipo de seguridad personal, etc., y sólo hemos encontrado evasivas y promesas no cumplidas.
Casualmente, cuando iniciamos nuestras justas reclamaciones laborales, se empezó a observar una suerte de campaña mediática pretendiendo vincular, ante la opinión pública, al dirigente de nuestro Sindicato y a la propia Organización Sindical en hechos delictivos y de presuntas actuaciones deshonestas, para lo cual se reproducen notas interesadas impulsadas hace tiempo por nuestros adversarios, con el evidente objetivo de desprestigiar y desacreditar a quienes encabezamos la lucha por los derechos de nuestros compañeros trabajadores.
En estos momentos no estamos ante la defensa de los derechos de una persona o de una organización en particular, sino de la base trabajadora en general del Metro.
Por lo mismo, no es con el canibalismo laboral como habremos de sacar ventaja de esta situación en que la división de la base trabajadora sólo beneficia a terceras personas y, por lo mismo, hacemos un llamado a asumir esta lucha como propia, en el propósito de evitar la afectación a los derechos laborales de cada uno de los trabajadores.
Nuestra directiva sindical no rehúye a responder ante cualquier autoridad cuando se le requiera, pero, definitivamente, a lo que nunca rehuirá es a su responsabilidad de representar y defender el derecho que les asiste a los trabajadores del Metro.
¡Es tiempo de unidad obrera, no de confrontaciones inútiles que sólo benefician a los intereses antiobreros!
