POR EL TOPO
Los socios de la Cooperativa La Cruz Azul salieron al paso y ofrecieron su postura sobre el conflicto que afecta a 10 mil 500 familias por la disputa legal entre personas.
Todo mundo sabe y opina sobre el caso de Guillermo Álvarez Cuevas y también sobre el golpe mediático que dan los disidentes, encabezados por Víctor Manuel Velázquez Rangel y José Antonio Marín Gutiérrez, pero nadie se ha puesto a escuchar la voz de los 746 socios cooperativistas y de las 10 mil 500 familias que forman la planta productiva de la empresa cementera.
Expresan de forma categórica que la máxima autoridad en la cooperativa es la Asamblea General, la que el próximo 26 de agosto definirá el rumbo de La Cruz Azul y decidirá de forma libre y democrática quiénes serán sus representantes.
Piden al Presidente Andrés Manuel López Obrador su intervención para que nadie obstaculice su voto, pues cada socio representa un voto, pues ya existe el temor de que los disidentes bloquearán la Asamblea General.
Enfatizan que los cooperativistas rechazan a los disidentes, pues están suspendidos de sus funciones y porque mediante argucios legales se han apoderado de la Cooperativa… y lo que es peor, los desalojaron de su centro de trabajo, al que ahora no pueden entrar porque les impiden el acceso, en un claro atropello a sus derechos laborales, pero eso no importa, lo que sí interesa es que les permitan la entrada el próximo 26 de agosto para realizar la Asamblea General.
Los socios resaltan que una minoría no puede afectar a la mayoría… y como lo ha dicho el Primer Mandatario: los trabajadores son libres de elegir a sus representantes… y eso es lo que piden al Presidente: que los dejen votar y elegir libremente a sus representantes.
Solicitan la intervención del Ejecutivo federal para restablecer la operatividad y productividad de La Cruz Azul, una cooperativa que es ejemplo de éxito y de compromiso que vela por el bienestar de sus trabajadores.
Hasta el momento, los socios aseveran que se han perdido más de 700 millones de pesos… una cantidad que es un oxígeno puro en estos tiempos de pandemia por el Covid-19 y que urge la reactivación económica, pero a unos cuantos, Velázquez Rangel y Marín Gutiérrez, eso no les importa, pues se han apoderado de una cooperativa que es de los socios y de los cooperativistas, de nadie más.
Puntualizan que los disidentes acusaban a Billy Álvarez de actuar como si fuera el dueño de La Cruz Azul… pues eso que pregonaban es lo mismo que están haciendo: adueñarse de La Cruz Azul cuando no les pertenece.
En concreto: cooperativistas piden la intervención del Presidente de la República para restablecer la vida democrática entre los socios y trabajadores, y que los disidentes desalojen las instalaciones de Gran Sur.
UN LUNES MUY ACTIVO
Después de la conferencia de prensa que ofrecieron José Antonio Marín y Víctor Manuel Velázquez como supuestos presidentes del Consejo de Administración y Vigilancia de la Cooperativa La Cruz Azul, vino la respuesta al tocar el turno a los 746 socios cooperativistas activos que son mayoría dentro de la organización cementera.
A través de un comunicado, pidieron la intervención y la ayuda del Poder Ejecutivo sobre las acciones que ha realizado la parte disidente, donde el pasado 6 de agosto tomaron las instalaciones ubicadas al sur de la Ciudad de México, en la colonia Pedregal de Carrasco.
“Nos dirigimos con respeto a usted Presidente Andrés Manuel López Obrador y autoridades correspondientes, para solicitar su intervención frente a la muy lamentable problemática que enfrenta el día de hoy la sociedad Cooperativa. Se han vertido acciones jurídicas y mediáticas que han afectado irreversiblemente a nuestra organización y que llevaron a una toma ilegal de nuestras instalaciones. Se han generado pérdidas por más de 700 millones de pesos, esto por una disputa jurídica entre personas que distan mucho de ser y representar a los cooperativistas”, expresaron.
“Usted es el ejemplo vivo de la democracia, del sentir del voto por las mayorías y el abanderado de la legalidad en contra de la corrupción. Pedimos que se restablezca la democracia al interior de La Cruz Azul”, añadieron.
Pese a que Marín y Velázquez llegaron a La Noria para tomar el control del equipo de futbol, en la Cooperativa son rechazados y los desconocen como miembros activos de la empresa.
“Ellos carecen de empatía, apoyo, calidad moral y experiencia para conducir esta gran empresa, ambos cuentan con expedientes abiertos ante las autoridades por defraudación, administración fraudulenta y hasta enriquecimiento ilícito”, revelaron.
Es así como la Asamblea General, la máxima autoridad de la Cooperativa, del próximo 26 de agosto sigue vigente, pese a que los disidentes expresaron que era ilegal y que seguramente tratarán de bloquearla para impedir ser expulsados.
“Como órgano supremo y representante de todos los socios se llevará a cabo dicha asamblea para definir el rumbo de la organización”, finalizaron en el video publicado a través de las redes sociales de la Cooperativa La Cruz Azul.
DISIDENTES NO REPRESENTAN A LA COOPERATIVA
Los 746 cooperativistas solicitaron la intervención del Presidente López Obrador, para “restablecer la transparencia y democracia en la Cooperativa”.
Y es que el pasado 6 de agosto, el grupo disidente tomó las instalaciones de la Cooperativa en medio de batallas legales con Marín y Velázquez y del director general, Guillermo Álvarez.
Reiteran que existe una disputa jurídica entre personas que distan mucho de ser y “representar a los cooperativistas”, se escucha en el video.
Por ello, el grupo de cooperativistas reitera y pide la intervención del presidente de la República, de cara a lo que será la Asamblea General de la Cooperativa, la cual se realizará el 26 de agosto en la que se decidirá el camino que tomará la empresa.
“Señor presidente, de esta manera expresamos que José Antonio Marín, ni Víctor Manuel Velázquez son los representes únicos de Cooperativa La Cruz Azul, ya que sus disputas legales tienen secuestrada a una organización que rechaza contundentemente las acciones de ambas partes al violar nuestras garantías y derechos”, expresó el socio identificado con el número 1943.
“Buscamos retornar a la legalidad, a la transparencia, al trabajo y a la democracia, sabiendo que esto sólo se logrará con el voto y sentir real de los socios, en la asamblea del 26 de agosto, que los disidentes están tratando de impedir, por la razón de que carecen del apoyo, empatía, calidad moral y experiencia para conducir a esta gran empresa”, declaró el socio número 2112.
Es vital que la Asamblea General se realice el 26 de agosto para que los socios cooperativistas decidan de manera libre y democrática a sus representantes, se requiere el apoyo del Presidente AMLO para llevarla a cabo… de no ser así, los disidentes bloquearán la entrada a las instalaciones de Gran Sur para seguir en sus cargos y apoderarse, a través de los tribunales, de la cooperativa. La Cruz Azul no se merece eso.
Tome nota: Si no intervienen las autoridades, habrá violencia… y para eso los disidentes tienen a sus grupos de choques, en un claro atropello a los derechos laborales de los cooperativistas, pues es ilegal que no puedan entrar a su centro de trabajo.
Es claro que como los disidentes no son mayoría, harán hasta lo imposible para que la Asamblea General no se realice… y no les importa recurrir a la violencia… Bajo advertencia no hay engaño.
Urge que por el bien de la cooperativa, los 746 socios cooperativistas decidan democráticamente el rumbo de La Cruz Azul.
En concreto: Una minoría no puede secuestrar a la mayoría… y para eso están las votaciones… pero, ojo, conociendo cómo son ellos, pronto sabrán las reacciones de los disidentes.
