POR SABAS HERNÁNDEZ
Difícil panorama enfrenta el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ante la “Tercera Ola” del Covid-19.
Las razones: el desastre en la compra de medicamentos UNOPS/INSABI, la desconversión de 19 a 6 mil camas, despido de médicos y la salida de especialistas como el director de Administración, Humberto Pedrero Moreno.
Zoé Robledo Aburto ya evalúa el ascenso en nueve estados de las variantes Alpha, Gamma y Delta. Además, tiene que enfrentar el “fuego amigo” de panistas, como el doctor Efraín Arizmendi Uribe.
Ahora se presenta una ‘rebelión’ de funcionarios de nivel central dependientes de la Dirección de Prestaciones Médicas del Instituto.
Ellos aseguran que la Dirección de Prestaciones Médicas es “mal dirigida” por Célida Duque Molina.
AMENAZA DE DESPIDOS
En la reunión de evaluación de cien días amenazó con despedirlos por “no cumplir con las metas de recuperación de servicios”, pese a que no hay condiciones para lograrlo.
Esta funcionaria se dice protegida desde las más altas esferas del IMSS y la política, así como de David Razú Aznar, director de Afore XXI.
Los inconformes aseguran que quien está organizando las protestas es Efraín Arizmendi, quien sería el beneficiario directo si llegara a salir Duque Molina.
Con ello los panistas se apoderaron de la atención médica del IMSS y desde allí “sabotearían” el plan de salud de la 4T.
