POR EL TOPO
La serie ‘La Casa del Cemento’ tiene mucho material, de telenovela, al estilo ‘Cuna de Lobos’.
Aquí conocerás la ‘Pasión y poder’ de los disidentes en su afán de apoderarse de La Cruz Azul.
Está clarísimo que la bandera que enarbolan es un ‘Imperio de mentiras’, el pleito no es contra Billy Álvarez, su meta es apoderarse de la cooperativa sin importarles hacer a un lado a los socios.
Víctor Manuel Velázquez Rangel y José Antonio Marín Gutiérrez, que tanto pregonan la democracia y dizque ser transparentes, es obvio que son fal$o$ y unos empre$ario$ mercenario$ que sólo buscan sus intere$e$ per$onale$.
De buscar el bien de los cooperativistas, ¿entonces por qué se encierran a piedra y lodo en las oficinas de Gran Sur? ¿Por qué no dejan entrar a los trabajadores? ¿Por qué impiden el libre paso de los ciudadanos en esa área? ¿Por qué impidieron la entrada de los socios a las oficinas para realizar la Asamblea General? ¿Por qué hacer un búnker en las oficinas?
Es claro que el miedo no anda en burro, por algo es… ¿y sabe por qué? Porque los disidentes saben que no tienen el apoyo y respaldo de la mayoría de los socios, sabe que si entran los socios, por ser mayoría, los quitan más ‘rápidos que furiosos’ de las oficinas… y en la democracia gana la mayoría… por eso, repito, se encierran a piedra y lodo, quieren tener a la mala lo que no es suyo.
En la cooperativa la máxima autoridad es la Asamblea General, no los tribunales, por lo que los disidentes jamás serán los presidentes de los Consejos de Administración y Vigilancia porque los socios los rechazan, no los quieren por malos fraudulentos en contra de La Cruz Azul.
Ante esta situación, los disidentes recurrieron al poder del dinero para comprar al Poder Judicial.
El defensor de los disidentes, Rafael Anzures Ortiz, calificado en los medios como el abogado del diablo, es quien opera en favor de la ilegalidad de Velázquez Rangel y de Marín Gutiérrez, pero él no da una en los tribunales, pero gracias a la influencia de su padre Rafael Anzures Uribe, quien tiene el cargo de presidente del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, es como ‘brilla’.
Gracias a Anzures Uribe es que el Poder Judicial está del lado de los disidentes, por lo que hay influyentismo en el conflicto de la cooperativa.
Es obvio que Rafael Anzures padre no puede litigar, pues caería en conflicto de interés, pero es indudable que gracias a su cargo y a sus influencias, opera a través de su hijo Anzures Ortiz, que, repito, él por sí solo na da una.
Por eso tampoco extraña que el juez 60 de lo civil de la Ciudad de México haga órdenes de aprehensión ‘fast track’ en favor de los disidentes, quienes en base a su ‘Imperio de mentiras’ se apoderaron de forma ilegal de las oficinas de Gran Sur.
Sería bueno que así como Anzures Uribe no puede litigar, también no litigara Anzures Ortiz para evitar el conflicto de interés en pro de la transparencia y de la honestidad, una lucha que ha emprendido el Presidente Andrés Manuel López Obrador desde que inició su gestión, pues con el gobierno de la Cuarta Transformación es una prioridad combatir la corrupción y la impunidad.
Anzures Uribe, por ser alto funcionario, debe evitar caer en el conflicto de interés y no dar motivo para suspicacias.
Mientras Anzures Ortiz sea defensor de los disidentes, siempre se pensará en el influyentismo.
La pregunta de ‘La Casa del Cemento’ sería: ¿Quién ganará: el poder del dinero o el poder de la justicia?
EL VERDADERO ABOGADO DEL DIABLO
Como en todas las películas de mafia, siempre hay un litigante que trabaja en el interior de un órgano de justicia, la mano que mece la cuna, el que mueve los hilos y las influencias para sostener delincuentes de primer calibre en posiciones privilegiadas de impunidad y les permite gozar de libertad y hasta hacer fechorías escabrosas.
Y así como en las películas de delincuentes, México enfrenta una etapa en la cual la corrupción ha alcanzado niveles insospechados, especialmente en el Poder Judicial.
La situación es tan seria en el país que descaradamente hay funcionarios en el Poder Judicial que por dinero y brincándose los principios maximos del Derecho Mexicano pierden hasta la vergüenza públicamente.
Cabe mencionar que ‘La Novela Azul’, como la llaman los conocedores que viven la delincuencia al interior de la Cooperativa La Cruz Azul, S. C. L., no podia faltar el abogado diabólico que protege y sostiene la impunidad de la que gozan Víctor Manuel Velázquez Rangel y José Antonio Marín Gutiérrez.
¿Pero de quién estamos hablando especificamente? ¿Quién es el auténtico abogado del diablo en la novela de Cruz Azul?
Es bueno resaltar que elTribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México emitió una sentencia misma que fue dictada por el Órgano Democrático de gobierno vigésimo cuarto de lo civil en la que señala que “la asamblea realizada el 29 de septiembre de 2018, donde se eligió a un nuevo Consejo de Administración y Vigilancia carece de validez” al no respetar la Ley General de Sociedades Cooperativas y las Bases Constitutivas de la Sociedad, pues la convocatoria carecía de elementos, por lo que son improcedentes los nombramientos de José Antonio Marín Gutiérrez y Víctor Manuel Velázquez Rangel dentro de la cooperativa.
Y es que con la nulidad de esa asamblea se activan las medidas cautelares para proteger a la Cooperativa de los actos que pudieran llevar a cabo Marín Gutiérrez y Velázquez Rangel como consejeros que mañosamente manipularón la asamblea.
Es de recordar que la suspensión de sus funciones de los disidentes fue porque cometieron delitos y malos manejos al interior de la cooperativa La Cruz Azul.
EL INFLUYENTISMO EN SU MÁXIMA EXPRESIÓN
¿Pero qué creen? Es aquí donde aparece Rafael Anzures Uribe, quien protege, litiga y trafica influencias en favor de José Antonio Marín y Víctor Manuel Velázquez.
Lo hace de una manera muy fácil: el que opera todas las órdenes del magistrado y sirve de fachada para llevar los asuntos de los disidentes cruzazulinos es nada más y nada menos que su propio hijo, Rafael Anzures Ortiz… ¿Se imagina el nivel de influencias que puede manejar en nombre de su padre?
Y la mejor prueba está a la vista: Anzures Uribe consiguió por medio del juez 60 de la CDMX quitar las famosas medidas cautelares que impedían que Velázquez Rangel y Marín Gutierrez hicieran de las suyas dentro de la cooperativa por medio de un artificio jurídico e ilegal en términos de Derecho Civil.
¿Y qué cree? ¿Sabe por qué lo hizo el juez 60? Por la sencilla razón de que el mismo Rafael Anzures Uribe fue quien lo evaluó para ocupar el puesto dentro del Poder Judicial… Gravísimo, ¿no cree?.. ¿Hay o no influyentismo?
TAMBIÉN EL INFLUYENTISMO LLEGA AL CASO PNA
Pero, como dijera Raúl Velasco, que en paz descanse, “aún hay más”.
Resulta que Rafael Anzures Uribe no nada más ha conseguido todas las facilidades jurídicas dentro del Poder Judicial para la manchada disidencia cruzazulina, sino que además ha negociado y protegido junto con Miguel Ángel Junquera Sepúlveda a Víctor Manuel Velázquez Rangel y a Jorge Cruz Romero para obstaculizar y desaparecer la denuncia interpuesta el 13 de marzo de 2017 por PNA con el número de expediente CI-FDTP/TP-1/UI-1C/D/00031/03-2017 ante las autoridades capitalinas por varios delitos de violencia sexual, violando así de forma sistemática los derechos de la víctima.
Por supuesto que como pago por atrasar las investigaciones y violar los derechos de la víctima PNA han recibido pagos multimillonarios por parte de Marín y Velázquez, que la verdad es dinero de los socios; los disidentes saquean las arcas de la cooperativa para pagar sus juicios y demandas, como lo constata la siguiente imagen.
¿Ahora entiende usted la urgencia que tiene la disidencia por tomar el control absoluto de La Cruz Azul?
En conclusión: Es una aberración, una vergüenza y una injusticia para toda la sociedad mexicana que magistrados no estén del lado de las víctimas… Eso da motivo a coraje e impotencia y que provocan que no se crea en las autoridades, por eso surgen movilizaciones como la marcha feminista, que lucha por sus derechos y por reclamo legítimo de justicia.
Es inconcebible que Rafael Anzures Uribe opere, por medio de su hijo Anzures Ortiz, para despojar a más de 700 socios de su patrimonio, la cooperativa La Cruz Azul, y por si lo anterior fuera poco, también defienda a los acusados de acoso, abuso sexual, violación y trata de personas.
Para evitar el conflicto de interés, el presidente del Tribunal Federal de Justicia Administrativa debe dejar de usar sus influencias y de tener como operador a su hijo Anzures Ortiz.
¿Y los disidentes? Bien, gracias, atrincherados como ‘ratas’ en las oficinas de Gran Sur y teniendo a sus grupos de choque para evitar que nadie pase ni entre a las oficinas… quien lo intente es agredido y amenazado de muerte… ¿Con qué poder y con qué derecho cometen tropelías los ‘maleantes’ de los disidentes? Pues por la sencilla razón de que también se sienten ‘intocables’ por el influyentismo de sus jefes.
Y mientras esto pasa, los disidentes siguen planeando sus próximos golpes, analizando a sus enemigos para quitarlos del camino en base a su ‘Imperio de mentiras’, una telenovela de la vida real.
