POR EL TOPO
¿Quién dijo que el Presidente de la República desprecia la ciencia…? ¡Pamplinas! Resulta que el lunes 14 de diciembre, en la conferencia mañanera, Andrés Manuel López Obrador presentó a Arturo Reyes Sandoval como nuevo director general del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Reyes Sandoval es médico bacteriológico y parasitólogo de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del IPN. Tiene maestría en citopatología y doctorado en biomedicina molecular en el propio Instituto.
La trayectoria del nuevo director, comentada por el propio titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Esteban Moctezuma Barragán, quien refirió que Arturo Reyes se desempeñaba como catedrático de la Universidad de Oxford y del Instituto Jenner, desde hace once años, en donde se han desarrollado diversas vacunas: contra el dengue, chikinguña e incluso Covid-19.
Un detalle a resaltar es que en el Politécnico nadie se explica el motivo del retraso del nombramiento, dejando acéfala la Dirección General durante veinticuatro días, algo que nunca había pasado en el Instituto.
Aunque la secretaria general, segundo puesto en jerarquía, asumió las atribuciones del director general, pero más bien era algo así como ‘encargada de despacho’, ya había incertidumbre y se dieron todo tipo de especulaciones.
Se dice que el secretario Moctezuma Barragán perdió la oportunidad de nombrar, ya que se inclinaba por la reelección, lo cual no fue aceptado en Presidencia. Y quizá, por sus ocupaciones, el Primer Mandatario no tuvo tiempo de analizar la baraja de al menos ocho candidatos que había y que sonaban mucho en los medios.
Que si Octavio Paredes -con currículum muy similar al elegido-, pero que sí vive en México, lo impulsaba el dirigente sindical Silvio Lira; que si Jorge Maciel, apoyado por Ricardo Salinas a través de Esteban Moctezuma; que si Joel Ortega, quien debía contar con el visto bueno de Marcelo Ebrard; que si Calva Chavarría, por el apoyo del subsecretario Luciano Concheiro… O bien, como realmente así fue, que el Presidente López Obrador ya tenía su “carta oculta”.
Cabe señalar que el pasado 4 de noviembre, en la conferencia matutina, el Ejecutivo federal expresó que el titular de la SEP sería el encargado de la designación del nuevo director del IPN y que le tenía plena confianza en que se promovería a gente honesta… en lo primero no fue así, en lo segundo sí.
GOLPE MORTAL A LOS GRUPOS INTERNOS DE PODER DEL IPN
La primera ‘señal de humo’ fue la que hizo pública, respecto a que “hubiera” querido designar al actual comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Francisco Garduño Yáñez, por su honestidad, pero es más “importante” que permanezca donde está. O que tenía otra “sorpresa” para la comunidad politécnica.
Le damos la bienvenida al Dr. Arturo Reyes Sandoval como Director General de @IPN_MX.
Es un destacado politécnico. Gran organizador e investigador cuyos conocimientos y experiencia permitirán formar mexicanos que resuelvan problemas sociales, productivos y ambientales de #México. pic.twitter.com/HhWfbvJE65— Esteban Moctezuma Barragán (@emoctezumab) December 15, 2020
Y finalmente sí la tuvo: aceptó la propuesta de la directora del Conacyt, de nombrar a un excelente investigador que tenía más de una década fuera del país, con estancia en la universidad de Oxford, Inglaterra.
Como se sabe el nombramiento del director general del IPN, de acuerdo con la Ley Orgánica, corresponde al Presidente de la República y no es la primera vez que se conoce el nombre del titular de ese cargo de un día para otro. Sin embargo, esta vez el nombramiento sorprendió a propios y extraños, especialmente a la comunidad politécnica, ya que, dentro del IPN, nadie lo conocía. Nunca se paró ni para dar clases en su escuela de origen, la ENCB.
De entrada el nombramiento sí respondió a la demanda de que el nuevo director no tuviera vínculos con grupos internos de poder y se optó por no elegir a alguno de los mencionados aspirantes, que hacían públicas sus propuestas y visión de lo que harían en caso de ser designados.
Se podría afirmar que se hizo un ejercicio de “tapadismo” al más puro estilo priísta de los viejos tiempos. No obstante que los politécnicos han pedido democratizar el Instituto, especialmente desde el movimiento estudiantil de 2014, para que alumnos y profesores puedan participar en la designación de sus autoridades académicas y administrativas, incluida la del director general, para establecer algun procedimiento parecido al de la UNAM, por ejemplo. Ante lo visto, tendrán que esperar a otra oprtunidad.
EL GRAN RETO DE REYES SANDOVAL
Algún politécnico me envió un mensaje que decía: “Esperemos no haber perdido un espléndido investigador y posible candidato a Premio Nobel, pero que luego de su gestión haber tenido un pésimo Director General del IPN”.
Este comentario, como muchos más, ya se escucha en la comunidad politécnica. No se trata de si tiene o no tiene el apoyo de los politécnicos, ese es otro punto, pero lo que sí es palpable es que nadie lo conoce.
Claro que nadie duda de la capacidad del elegido -en el laboratorio y en la biblioteca-, pero es muy distinto -sin experiencia administrativa alguna- llegar a dirigir la segunda Institución educativa de educación superior, más importante del país, pues llega a su tierra en el que no vive desde hace once años y a una Institución de la que no tiene idea de grupos, intereses y pugnas.
Arturo Reyes expresó que hablará con los directores de las escuelas para “empezar” a conocer lo que acontece… dicho de otra manera: va a caminar en un terreno que no conoce, por lo que no sabe de las piedras que se puede encontrar… Más claro: va ‘ciego’ al IPN.
Lo que no sabe Reyes, y aquí se lo decimos, es que esos directores fueron designados por el anterior director, Mario Alberto Rodríguez Casas, y por el grupo al que pertenece.
La comunidad politécnica le da el beneficio de la duda y espera que el doctor Reyes Sandoval no se deje manipular y rodear de gente disfrazada de académicos.
Confían los politécnicos que Arturo Reyes demuestre su inteligencia y se rodee de politécnicos con capacidad y experiencia, que logre conservar el prestigio académico del IPN, que haya rendición de cuentas, transparencia y optimización del presupuesto de esa gran Institución.
Toda la comunidad politécnica estará alerta, atenta y con muchas expectativas respecto a la gestión del trienio 2020-2023.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador logró la “unidad” de todos los politécnicos: Un millón de egresados, 200 mil alumnos, 17 mil profesores y 16 mil trabajadores de apoyo administrativo. Toda la comunidad estará UNIDA y pendiente ante la interrogante de “¿Quién es el nuevo director general del Instituto Politécnico Nacional?”.
¿TRANSFORMACIÓN O SÓLO ESPERANZA?
Y ni bien fue nombrado cuando a las pocas horas en las redes sociales empezó a circular la imagen de Reyes Sandoval con el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, el innombrable de la actual administración, el de la ‘mafia del poder’.
Luego luego la pregunta que circuló fue ¿acaso llega un salinista al IPN?
Y esto es el principio… es un pequeño ‘cáliz’… seguramente después saldrán más cosas.
Y es que sin experiencia administrativa, todo indica que quedará al margen de los grupos internos y de las delegaciones del SNTE, una observación a considerar por los propios aspirantes relegados en Palacio Nacional.
Por principio “va a tener que contar con la asesoría de aquellos que lo recomendaron, porque llega sin equipo, con la urgencia de nombrar al nuevo secretario general, al director del Canal 11 y con la obligación de convocar al Congreso Nacional”… ¡Nadita para empezar!
¿Podrá Reyes Sandoval con el reto de la Transformación o sólo quedará como la esperanza de politécnicos?
