POR SERGIO MARIO ROMERO
Una de las tantas interpretaciones que tienen los derroteros de la República, locales o internacionales, como resultado del proceso electoral concluido ya, que tuvo la virtud de discutir la estrategia anticipada de ciertas reformas del desarrollo de la sociedad mexicana, a través de los candidatos al Congreso por los partidos políticos, en todo el país, embonando en este conjunto de temas de tipo político, económico y social de parte del Presidente Andrés Manuel López Obrador, que se discuten ahora mejor por todos los legisladores de los partidos políticos, en un diálogo plural por las vías pacíficas y democráticas de la República.
Que son sin desconocer las disyuntivas existentes del Gobierno de la República contra los 4 o 5 grupos opositores más significativos, que transitan con la procurada rivalidad entre los simpatizantes, de unos y otros, por los piques declarados entre los mal llamados cuadros “liberales o los conservadores”, que pueden tener como bandera una beligerancia histórica entre grupos distantes. Lo hemos visto por los resultados electorales.
EL VOTO ELECTORAL CUMPLIÓ SU FINALIDAD
De hecho verbalmente únicamente se hace desde el Palacio Nacional por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien lleva la voz de la continuidad política de su gobierno o del lado opuesto a través de hombres y mujeres de la ciudad o del campo, intelectuales, académicos, empresarios, profesionistas, estudiantes, comerciantes, trabajadores y la prensa nacional e internacional, que durante el proceso demostraron abiertamente sus cualidades.
En un ejercicio de la libertad de expresión, que estuvo atenta a las votaciones en los medios informativos de la radio y la televisión, como nunca antes por las discusiones sesudas entre los protagonistas, llamando al voto electoral que ha cumplido su finalidad.
Todos los procesos electorales tuvieron carácter de proyectos de los partidos en su exposición, que luego se suelen agitar al ser social y políticamente de banderas discrecionales y democráticas, que luego se renuevan al término de la lucha electoral vigente, que en muchos casos por la naturaleza ideológica en la competencia, el convencimiento conduce a un soterrado populismo galopante, a falta de una oculta izquierda revolucionaria real, que se esconde en Morena en contra de la iniciativa privada.
Semejante a la pugna entre las dos más grandes potencias del planeta, con dimensiones mundiales ensombreciendo a la Tierra con la amenaza nuclear, que se hace la pregunta a los bandos en pugna a quienes quieren comparar a México con una especie de Bolivia y Venezuela.
Mientras la separada situación contraria coloca a México en la otra lejana esquina ideológica social y económica, en las transformaciones estructurales, con una vida institucional afín con Estados Unidos, por la conveniencia de millones de migrantes mexicanos que aprovechan la cercanía territorial en nuestra frontera México-norteamericana para enviar remesas de miles de millones de dólares a México, que son reconocidas feliz, feliz… por el Presidente López Obrador.
¿QUÉ SIGUE AHORA?
Se tiene que hacer la aplicación de los resultados electorales, en donde la coalición Va por México, conformada por el PAN, PRI y PRD, cuenta con buena parte de terreno municipal, que comparte con el gobernante de Morena y sus aliados triunfantes de los estados, a los que les corresponde administrar pacífica y democráticamente esos espacios por el voto popular.
Igualmente, cómo va a ser la negociación en las Cámaras, de precaria mayoría para el grupo legislativo de Morena, por no poder realizar algunas de las reformas, sin posibilitar al Presidente de contar con mayoría calificada.
Estos son algunos de los temas para las fracciones parlamentarias en la Cámara de Diputados y en el Senado para iniciar una agenda de cohesión con las fracciones opositoras y de conveniencia para todas las clases sociales que se “descubrieron” en estos resultados electorales.
Seguramente lo vamos a ver muy pronto.
